Comunicación para Alcanzar Resultados
«No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero lucharé hasta la muerte para que tenga el derecho de decirlo»
Luego de varios años en las artes de capacitar, he tenido la oportunidad de facilitar cursos en varios países, varios idiomas, para varios niveles gerenciales, para diversas culturas y en las más variadas industrias. El común denominador ha sido siempre el mismo: las personas tenemos enormes dificultades para escuchar a las otras personas.
Una de las herramientas clave para la Gestión de Personas con el objetivo de lograr que sus equipos alcancen sus resultados, es escucharlos. Veamos algunas de estas dificultades…
Hablar sin escuchar.
Tenemos una tendencia natural a emitir nuestra opinión sin siquiera escuchar lo que la otra parte tiene para decir. A poco que nuestro colaborador comienza a hablar, disparamos un mecanismo interno, que articula las frases “no sirve” o “no va a funcionar”, o simplemente disparamos una frase no relacionada con nuestro colaborador (por ejemplo: hablamos de nuestros propios desafíos), antes de explorar las ideas del otro. Escuche y Pregunte ¿Por qué? antes de emitir un juicio de valor. ¿Cuántas excelentes ideas quedarán en el camino, simplemente por no darles una oportunidad? Y ni que hablar de las frustraciones que podríamos haber evitado en los miembros de nuestro equipo.
Perder el foco.
Comenzamos hablando de A, pasamos a B, presentamos C, pensamos en D y volvemos a B, haciendo referencia a X, Y y Z, pero no nos damos cuenta que no todas las personas tienen la habilidad de analizar cuatro o cinco temas al mismo tiempo. Enfocar en un tema por vez garantizará abordarlo con calidad y ayudará a nuestro equipo a explorarlo a fondo.
Crear un diálogo de sordos.
Sucede todo el tiempo: comienza la reunión y todos hablamos al mismo tiempo (y peor aún, muchos ni siquiera saben de que hablan). A medida que pasan los minutos se identifican los perfiles: los que no escuchan, los que no participan, los que no pueden dejar de hablar, las reuniones paralelas, la proliferación de ¿puedo hablar?, los que se aíslan aburridos o enojados. Como Líderes de un equipo, no podemos permitir que eso suceda. A la hora de definir la palabra “sinergia” todos recitamos la definición sin errores. A la hora de intentar alcanzar sinergia, pocos recordamos que solo un diálogo balanceando “el hablar y el escuchar”, enfocado y en el que todos participen, creará las bases para llegar a buen puerto.
Utilizar comportamientos perturbadores.
Susurrar al oído de la persona sentada a nuestro lado, repetir una y otra vez lo que esta siendo dicho, cambiar de tema, hablar de tonterías, retirarse antes de tiempo, llegar tarde, y – especialmente – interrumpir sin considerar al otro, todo forma parte de un menú de comportamientos perturbadores que usamos cada día, in reparar en ellos y pretendiendo que el resultado de la reunión sea “de la mejor calidad posible”. No solo es una falta de consideración para la persona que está hablando, sino que denota, una vez más, la poca voluntad de escuchar que tenemos. Cómo Líderes, intervenir oportunamente puede ayudar a desenmascarar comportamientos que juegan en contra de la comunicación efectiva y el logro de los resultados.
Lo invito a contactarme en: info@anzizar.com.ar
¿Cuál es su intención al escuchar a sus colaboradores. Escuchar o refutar?