Gestionar y Liderar Personas y Equipos
De alguna manera, gestionar y liderar personas implicar ser un malabarista, y haremos los malabares con cinco manzanas que debemos mantener en equilibrio, en el aire, todo el tiempo. Hablamos de manzanas ya que, si una de ellas se cae al piso (lo que es totalmente válido), comenzará un proceso de descomposición con nefastas consecuencias. Por lo tanto, ¡cuidado! Es posible que se nos caiga una manzana (o más de una). Lo que no puede suceder es no darse cuenta de ello y mucho menos dejarla en el piso. Hablando en lengua corporativa, no podemos desatender ninguna de las competencias requeridas para la gestión y el liderazgo de personas. Y si lo hacemos, las consecuencias negativas serán visibles para nosotros y para nuestro equipo.
Veamos las 5 manzanas a equilibrar:
Manzana 1 | Tener una visión y comunicarla
Nuestro equipo necesita saber hacia dónde vamos como grupo y como empresa. Por lo tanto, si no es usted quien define la visión y la estrategia de su empresa, es imperativo que la obtenga de sus jefes, que la traduzca en la propia visión y estrategia para el grupo y que la comunique. Solo este norte logrará que las personas se mantengan alineadas, y que el trabajo de cada una de ellas – por más sencillo y rutinario que sea – tenga sentido. Todos y cada uno de los miembros de su equipo, sin importar el nivel jerárquico, deben comprender la visión (“lo que queremos ser”) y la estrategia (“como lo lograremos”), tanto de la empresa cuanto del área. Y obviamente, ambas deben estar alineadas.
Manzana 2 | Establecer y comunicar metas y expectativas de desempeño
Esta ecuación tiene dos componentes: Las metas, orientadas a los resultados cuantificables, y las expectativas de desempeño, relacionadas con los comportamientos observables que deberán formar parte de nuestro equipo, a la hora de alcanzar la meta. En otras palabras, las reglas de juego, expresadas con claridad. Y si hablamos de conceptos abstractos, por ejemplo: “Trabajo en Equipo”, es nuestra responsabilidad aclarar que estaremos observando en cada una de las personas, para saber si dicha expectativa de desempeño está presente o necesita ser desarrollada, y evitar suposiciones erradas.
Manzana 3 | Involucrar, delegar y confiar
Es quizás, este, el concepto más difícil de aprehender. No gestionamos y lideramos personas para decirles lo que deben hacer, sino para desarrollar y hacer más competente a nuestro equipo, para que – sinérgicamente – pueda cumplir y exceder la meta. Por lo tanto, involucrar significa invitarlos a que nos digan “como” podemos o debemos hacerlo. El “qué” y el “por qué” ya lo hemos descripto con las manzanas uno y dos. Y si la tentación es agregar una sexta manzana a nuestras manos (léase: “hacer nosotros mismos la tarea”), tengamos en cuenta que ninguno – individualmente – es tan inteligente como todos nosotros – grupalmente –, por lo tanto, deleguemos la ejecución en nuestro equipo, confiando en su pericia, si queremos desarrollarlo y hacerlo crecer. Si tiene dudas, lea el próximo punto: la cuarta manzana se encargará de las impericias.
Manzana 4 | Mantener frecuentes conversaciones de coaching y feedback
Delegar no significa desaparecer, sino tener más tiempo libre para gestionar y liderar a nuestro equipo. Si las metas y las expectativas de desempeño han sido clara y específicamente establecidas, y si estamos cerca de nuestro equipo, viendo y acompañando su accionar (o la falta del mismo) y los resultados alcanzados, entonces, no será difícil comprender cuál es la brecha de cada una de las personas en nuestro equipo. Las herramientas más poderosas que disponemos para ayudarlos a tomar conciencia sobre las brechas, cerrarlas o expandir sus horizontes son el feedback y el coaching.
Manzana 5 | Pensar el futuro
¿Profundizar el desarrollo? ¿Promover? ¿Recompensar? ¿Desvincular? ¿Alinear tarea con talento? Sea cual fuere la acción gerencial a tomar, tengamos en cuenta un viejo adagio que dice: “El esfuerzo se agradece, el potencial se desarrolla y el desempeño – cuando excede la meta – se premia”. Cualquier otra combinación será entendida por el equipo como una injusticia.
Ser malabarista no es fácil. Se trata de encontrar y mantener el equilibrio, de manera consciente, al administrar un conjunto de recursos. Pero se puede. Cualquier parecido con la gestión y el liderazgo de personas, es pura coincidencia.
Lo invito a contactarme en: info@anzizar.com.ar
¿Está listo para cuidar sus manzanas?